Mi nombre es Eduardo Gil. Mi aprendizaje en el mundo de la cerámica comenzó allá por el año 1970, en el taller del prestigioso ceramista talaverano D. Antonio Gonzalez Durán, pasando más tarde a trabajar en una de las más prestigiosas empresas del momento, Artesanía Talaverana S.L.
En el año 1979 me desplazo a trabajar al cercano municipio de El Puente del Arzobispo, famoso también por sus cerámicas, donde adquiero la experiencia suficiente para dar el salto y crear mi propio taller en 1980.
La producción del taller incluye desde la decoración clásica de la cerámica Talaverana hasta nuevas formas y diseños adaptadas a nuestro tiempo.